Hace
más de quinientos años en este territorio llamado República
Bolivariana de Venezuela, se impuso a punta de espada, plomo,
religión y trabajo esclavo, una cultura extranjera que a favor de su
progreso, civilización, crecimiento y desarrollo, nos ha sometido,
asesinado y saqueado a su antojo; convirtiendo nuestra energía en
riqueza que remacha su poder sobre nosotros.
Y
lo peor es que siempre han gobernado como les ha dado la gana,
imponiendo todas las formas de gobierno, llámese democracia o
dictadura o ambas a la vez. Porque lo importante para ellos era y es
someternos.
Para
lograr eso nos han dividido en infinitos gremios, géneros, partidos,
religiones, razas, individuos, para robarnos y asesinarnos a su
antojo.
Cuando
nosotros trabajamos para mantener a la familia, ellos nos han
nombrado con las peores palabras, siempre faltándonos el respeto,
mientras ellos se nombran de “buena familia”, “gente
decente”, “gente con clase” “gente de abolengo” “familia
de buenos apellidos” “Familia de alta alcurnia” “sociedad
civil”, cuando sabemos que
son hombres y mujeres carcomidos por la flojera, los vicios, gente
que no les gusta el trabajo, vividores, estafadores, delincuentes,
que han vivido del trabajo colectivo de nosotros los pobres, ahora y
siempre.
A
través de sus iglesias, escuelas, universidades y otros
medios de información, como los periódicos, la televisión, el
teatro, el cine, la radio, la internet; nos
han enseñado a odiarnos y a quererlos a ellos, nos han enseñado a
tener vergüenza de nosotros y los antepasados y a querer y admirar a
quienes nos saquearon y aplastaron.
Cuando
en el pasado nos hemos alzado, cansados de tanta tragedia, nos han
masacrado como mejor han querido, usando a los propios hermanos de
clase para que nos asesinen, y condenen a las cárceles. Para muestra
el grito del sacudón del 1989, donde fuimos masacrados por no
calarnos la mentira del paquetazo, Este grito fue clave que se incubó
en jóvenes oficiales de origen pobre como nosotros, y años después
el 4 de febrero y 27 de noviembre del 1992 estalla en los cuarteles y
se escribe con tinta de historia en un “por ahora”
dicho por uno de los nuestros.
Ahora
hay gente, incluso en nuestras filas, que quiere que lo olvidemos.
¡Claro!
porque pueblo sin memoria es pueblo sometido, y rico contento.
Pero
esos gritos, fueron para decir no queremos seguir siendo
mandados, hasta nunca más, fueron para pedir otro destino, para
construirnos desde otra historia, donde ni esclavos ni amos, ni
dueños ni obreros existan.
Lo
arrecho es que sin que nadie nos dijera, ordenara o guiara; supimos
con la certeza de un corazón que debíamos andar con esa frase y
quien la dijo.
Con
el tiempo lo conocimos, y nos fuimos dando cuenta que no venía de
las clases pudientes, que no era un dirigentillo mas, de esos que
ofrecen cielo y tierra, sino un hombre humilde y sencillo de corazón
como cualquiera de nosotros, con las mismas frustraciones, con las
mismas mudanzas acuestas, con los mismos sacrificios para cuidar de
hijos y familiares, con las mismas angustias de no saber rumbo
cierto.
Supimos
que era nieto de una abuela campesina como la gran mayoría de
nosotros. Su rostro, su realengura, su alegría y lo buena gente, nos
hace saber que es uno de nosotros, que no nos va a traicionar, porque
los pobres no traicionamos.
Y
eso lo ha demostrado desde que llegó al poder, porque no se ha
desclasado, por el contrario nos ha devuelto el orgullo de pertenecer
a estas tierras, de ser pobres pero solidarios. No se ha enriquecido,
no nos ha vendido, ni negado, nunca nos ha engañado y siempre ha
cumplido su palabra.
Jamás
ha entregado al país, mas bien lo ha enaltecido a nivel
internacional, ya hoy no se habla de los venezolanos como los idiotas
o estúpidos que decían ¡ta barato dame dos!,
sino que se habla del pueblo de Bolívar como un colectivo orgulloso
que participa de la revolución mundial, siendo ejemplo.
Por
eso es que escuchamos en todas partes gente diciendo: Nosotros
con Chávez
porque trabaja por otra cultura. Nosotros
con Chávez
porque debemos separarnos del capitalismo para poder andar juntos.
Nosotros
con Chávez
porque nos enseñó a no buscar en el afuera lo que nos sobra en el
adentro. Nosotros
con Chávez
porque no es el ego es el nosotros. Nosotros
con Chávez
porque somos una idea. Nosotros
con Chávez
porque los pobres somos el horizonte. Nosotros
con Chávez
porque los pobres queremos aprender y podemos cambiar. Nosotros
con Chávez
porque ahora nos nombramos con otra palabra y otro abrazo, el de los
juntos. Nosotros
con Chávez porque
somos los pobres, los humilde, y no por falta de plata, sino humildes
de corazón. Nosotros
con Chávez Porque
somos gente que no quiere seguir siendo mandada ni representada. Por
eso y muchísimo más... Entiende burgués, de tanta humillación la
gente se cansa. ¡Nosotros
con Chávez, porque en definitiva Chávez somos nosotros!